Durante la segunda mitad del siglo XIX la población de la ciudad aumentó de manera espectacular, y comenzó un nuevo periodo de desarrollo urbano. Durante este período se introdujo: el alumbrado de gas, el tranvía y la electricidad limitada. En 1883 el río Dâmboviţa se canalizó, poniendo fin a las inundaciones ya endémicas. En enero de 1941, la ciudad fue el escenario de la rebelión de los legionarios y el pogromo de Bucarest : fue un linchamiento multitudinario, espontáneo o premeditado, de un grupo particular, étnico, religioso u otro, acompañado de la destrucción o el expolio de sus bienes. Durante la Segunda Guerra Mundial, Rumanía estuvo en el centro de tensiones territoriales entre su supuesto aliado, Alemania y Rusia. La ciudad acabó siendo entregada al Ejército Rojo Soviético. El centro de la ciudad ha conservado la arquitectura de finales del siglo XIX y XX, en particular el período de entreguerras, que se considera a menudo como la "edad de oro" de la arquitectura ...