De origen prerromano, Faro fue en tiempos pasados Ossónoba, uno de los centros urbanos más importantes de la región del sur de Portugal. La ciudad ha servido de almacén comercial en un gran sistema basado en el intercambio de productos agrícolas, pescado y minerales. En el 713 d.c., fue ocupada por los árabes, que impulsaron su fortificación, siendo en 1249 conquistada por el rey portugués Don Alfonso III. Con la expansión marítima, en el año 1540, Faro fue convertida en ciudad para servir de sede episcopal. Tras la implantación del liberalismo, en el año 1834 se convirtió en la capital del Algarve. En 1755, durante el terremoto de Lisboa, Faro fue parcialmente destruida. Faro es una ciudad acogedora que cuenta con un puerto deportivo, parques y plazas muy bien cuidados. Su casco antiguo está lleno de vías peatonales y cafés con terrazas. Además del turismo, en Faro se desarrollan actividades económicas como la pesca, principalmente del atún, la industria conservera y la ex